Domingo, 1 de agosto de 1976.
El
hombre nace en la naturaleza. Desea conocer y penetrar en su entorno. Busca las
leyes que gobiernan su mundo, trata de dar sentido a su vida dentro del cosmos
que va descubriendo. Nacen una serie de filosofías que justifican en parte la
unión del ser con su universo. Se crea un lenguaje para hablar de ese universo,
«las matemáticas». Nace una filosofía acerca de nuestra amplia bóveda celeste...
«La astronomía» comienza a ser una ciencia. Una de sus teorías más aceptadas
fue la de Claudius Ptolomaeus (100-170 d.J.) que consideraba la Tierra el
centro del universo con toda la bóveda de las estrellas girando alrededor de
nuestro planeta (teoría geocéntrica).Los cimientos para la construcción de un
nuevo modelo de los cielos fueron obra del astrónomo Nicolás Copérnico
(1473-1543) quien suprio que era el Sol y no la Tierra lo que constituía el
centro del universo (teoría heliocéntrica). Hoy día sabemos bien la
incorrección de dichas teorías. Situar el centro del universo supone conocer y
delimitar sus contornos y éstos se amplían a medida que se perfeccionan los
instrumentos de observación. Actualmente el hombre tiene ante sus ojos un
universo de más de 26.000 millones de años-luz de diámetro, y no hay razón para
pensar que hemos topado con sus últimos confines.
La
astrofísica surge como ciencia a partir de la astronomía en el momento que se
penetra más en el conocimiento de la naturaleza física y estructura de los
astros. Sus comienzos parten de Joseph
Fraunhofer (1787-1826) y Gustav
Robert Kirchhoff
(1824-1887) que sentaron las bases de la espectroscopia estelar: el primero observando
con un espectroscopio visual los espectros del Sol y algunas estrellas
brillantes, y el segundo mostrando que un gas colocado frente a un manantial de
luz blanca producía rayas de absorción que eran de ee las mismas; longitudes de
onda que las originadas en emisión por ese mismo gas calentado o excitado
eléctricamente.
Kirchhoff
sienta los fundamentos de la espectroscopia en su libro titulado Untersuch ungen über das
Sonnenspektrum und die Spektren chemischer Elemente
(Investigaciones sobre el espectro solar y sobre los espectos de los elementos
químicos). Sin embargo, es en nuestro siglo y principalmente en las últimas
décadas cuando la astrofísica ha tenido un ritmo vertiginoso.
Ha
sido posible determinar la composición de las estrellas y sistemas solares, los
movimientos explicables por efecto Doppler, etcétera. Es posible analizar
placas estelares con varios espectros superpuestos y construir el modelo de la
estrella.
Los
equipos (telescopio, espectroscopio, registros, etcétera) montados en satélites
artificiales han permitido una mayor precisión en la interpretación de los
espectros de las placas estelares al eliminar la absorción por la atmósfera
terrestre. Se confía no obstante que con los montajes que se están realizando
en el observatorio de Izaña (isla de Tenerlife), observatorio (en construcción)
en el Roque de los Muchachos (Isla de la Palma) y en Las Cañadas, en el cráter
del Teide (Isla de Tenerife), la calidad de las observaciones astrofísicas
serán similares a las que hasta ahora se vienen realizando con los aparatos
instalados en satélites artificiales en las distintas partes del mundo.
Begoña de Luis 1 AGO 1976, recuperado el día
21 de abril de 2014 de http://elpais.com/diario/1976/08/01/sociedad/207698422_850215.html
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