El `Sentinel 1A´ ha sido
lanzado al espacio con un cohete ruso Soyuz desde el centro espacial de Kourou
en la Guayana Francesa
Un
cohete Soyuz colocó ayer en órbita el primer satélite del nuevo sistema europeo
de vigilancia medioambiental Copérnico. El Sentinel 1Apartió a las
18.02 hora local (las 23.02 hora peninsular) en un lanzamiento sin
contratiempos desde la base espacial europea de Kourou, en la Guayana Francesa.
El
Soyuz se elevó en el cielo apenas nublado y en pocos minutos se perdió de
vista, pero los asistentes al lanzamiento tuvieron que esperar casi 25 minutos
hasta poder romper en aplausos para celebrar el éxito de la operación. Esa casi
media hora es el tiempo que tardó el satélite en alcanzar los 700 kilómetros de
altura sobre la superficie terrestre, ya casi sobrevolando el Polo Norte. No
faltó tensión mientras se esperaba la primera señal enviada por el Sentinel
1A desde el espacio,
a los 24 minutos del despegue del cohete, una vez separado del último propulsor
del sistema de lanzamiento, la etapa Fregat. Los responsables de la misión no
cantaron victoria hasta que no recibieron la confirmación del equipo ruso de que
todo había ido perfectamente y los apenas dos minutos de demora de
comunicaciones entre unos y otros se hicieron eternos. La verdad, contó luego
el ingeniero español Ramón Torres, jefe del proyecto Sentinel 1, es que en la
sala de control recibieron antes la señal directa del satélite captada a través
de la estación europea de Svarbard (al Norte de Noruega) que la confirmación
rusa. Poco después se sabía ya que la órbita en la que estaba el satélite, a
700 kilómetros de altura, era la correcta. “Si, ha ido todo muy bien, pero en
el espacio…. cualquier fallo…”, comentaba Jean Jaques Dordain, director de la Agencia Europea del Espacio
(ESA) acerca de esos
minutos de emoción vividos en la sala de control de la misión de la base de
Kourou.
“El Sentinel
1A abre una nueva
página en la implementación de Copérnico, el segundo buque insignia espacial de
la Unión Europea, tras el sistema de posicionamiento por satélite Galileo”,
señaló Dordain. Copérnico es un programa conjunto de la ESA y la Comisión
Europea formado por una constelación de diferentes satélites de observación de
la Tierra más las instalaciones en tierra cuyo objetivo es proporcionar datos
constantes acerca de los hielos oceánicos, oleaje, vientos, cambios del uso de
la tierra, contaminación, deformación del suelo o situaciones creadas por
emergencias como inundaciones, o terremotos.
“El
programa Copérnico proporcionará a los ciudadanos europeos los servicios
espaciales más ambiciosos del mundo para aplicaciones medioambientales y de
seguridad”, añadió Dordain en Kourou.
El Sentinel
1A es el primero de seis familias de misiones espaciales que formarán la red
Copérnico. Lleva un
avanzado radar que rastreará toda la superficie del planeta; cuando el año que
viene se ponga en órbita su gemelo Sentinel 1B, los dos
garantizarán el sobrevuelo de cada zona del planeta al menos una vez cada seis
días (tres o cuatro en latitudes altas). La pareja Sentinel 2 llevan cámaras
ópticas. Y los siguientes irán completando el conjunto don diferentes sensores.
Los datos se enviarán a tres estaciones, incluida la de Maspalomas, en Canarias
y serán de acceso gratuito para los usuarios, científicos, institucionales o
comerciales.
El de
ayer fue el séptimo lanzamiento de Soyuz desde Kourou, todos con éxito. Se
trata de un acuerdo del organismos ruso Roskosmos y el consorcio europeo
Arianespace de manera que éste ahora ofrece a los clientes que quieran lanzar
equipos al espacio tres cohetes diferentes: los pequeños Vega, los intermedios
Soyuz y los grandes Ariane 5. Para estos lanzadores se ha levantado en la base
guayanesa una nueva zona de lanzamiento enteramente gestionada por los rusos,
que desplazan a decenas de expertos a Kourou para cada misión.
Los responsables
del Sentinel 1A explicaron
ayer, tras el despegue, que las diez primeras horas en órbita del satélite iban
a ser críticas para el satélite debido al despliegue de la antena del radar (de
12 metros de longitud) y los dos paneles solares (de 10 metros cada uno) que
iban plegados durante el lanzamiento. El coste del Sentinel
1A es de 280 millones
de euros (más 67 millones del lanzamiento) y el del Sentinel
1B, de 140 millones, también con el coste del cohete aparte.
En
total, hasta finales del la próxima década, en los satélites de Copérnico
habrán invertido la ESA y la UE 6.000 millones de euros. De la operación del
sistema se ocupan la ESA y la organización europea de satélites meteorológicos
Eumetsat.
De la
construcción de los Sentinel 1 se ha encargado la empresa Thales Alenia Space,
como contratista principal que ha coordinado la participación de numerosas
empresas, y del rádar, Airbus Defense and Space.
“El
lanzamiento del primer Sentinel 1 marca un cambio en la filosofía de nuestro
programas de observación de la Tierra: en meteorología, los satélites llevan
más de 35 años proporcionando datos para la predicción del tiempo y con el
programa Copérnico tendremos ahora una información similar para servicios
ambientales así como para aplicaciones de seguridad y gestión de desastres”, ha
explicado Volker Liebig, director de Programas de Observación de la Tierra de
la ESA.
La
asistencia al lanzamiento del primer satélite de Copérnico de representantes de
la UE y parlamentarios de la UE han mostrado la implicación de las
instituciones europeas en este programa en el que aún se están debatiendo con
la ESA las condiciones de pago de los 3.800 millones de euros que la Comisión
tiene aprobados de aquí a 2020 para financiar las operaciones del sistema y la
construcción de parte de los satélites.
ALICIA
RIVERA Kourou 4 ABR
2014 - 07:00 CET,
recuperado el día 19 de abril de 2014 de http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/04/03/actualidad/1396536375_869272.html